
Desde que llegué a Cádiz tenía en mente ir a un lugar, para mi, especial en todos los sentidos. No me atreví a ir hasta hoy…recuerdos, intenciones, ilusiones, etc. Siempre hablo de curiosidades de Japón, de Italia o de otros sitios en España, pero pocas veces hago mención a mi propia tierra, de la que supongo podría pasarme siglos escribiendo, por lo desconocida que es para muchos.
En un día de calor asfixiante, y después de bastantes años, pude disfrutar de la “PLAYA DEL CAÑUELO”. Pensaréis que será una playa de lo más normal. Puede que sí, puede que no. Se trata de una playa situada al final de la línea de costa de Zahara de los Atunes. No se puede acceder en coche, de hecho es zona militar, pero los bañistas podemos, con cuidado, tras bajar un acantilado. Subiendo primero al Faro denominado “CAMARINAL”, para después descender hasta esta hermosa joya de la naturaleza. En, frente, en un día despejado podemos observar perfectamente el continente africano.
Hoy no hizo viento, día espectacular. La playa consta de tres calas, siendo la mayor de unos 200 mt., las otras dos bastante más pequeñas. Sin lugar a dudas es un lugar que recomiendo a cualquier persona que lo visite alguna vez en su vida. De hecho, muchas veces bromeando, digo: si me tuvieran que buscar por perdido seguramente estaría ahí. Ver atardecer tras ese mar azul intenso, sin ruidos, rodeado de montañas…no tiene precio.
Cádiz está plagado de parajes con encanto, y al igual que la playa de Cañuelo, podéis encontrar muchas más, cada una de características diferentes, pero encantadoras.